Nada mejor que salir del ambiente cotidiano, para conocer nuevos ambientes, nuevas culturas y nuevas comidas. O porque no, regresar a ese lugar que alguna vez descubrimos y quedó guardado en el corazón.
Como adultos responsables, debemos cumplir obligaciones laborales, económicas y familiares. Pero no debería ser excusa para darse un día o dos fuera de casa, en un clima diferente y sobre todo, un ambiente diferente al cotidiano.